1 de octubre de 2009: El regreso de los Estados Unidos a RDC

2/10/2009 | Opinión

¿Se puede pensar razonablemente que la estancia, los días 10 y 11 de agosto, en Kinshasa y Goma de la Secretaria de Estado americana Hillary Clinton, preocupada por las violencias espantosas y repetidas padecidas por las mujeres del Kivu y por la corrupción de las elites, no hubiera tenido más que un motivo “humanitario” y un imperativo moral, como lo ha sugerido por anticipación un artículo del periódico francés Le Monde, el 5 de agosto, reservando los objetivos económicos y financieros a Angola, Suráfrica y Nigeria?

En realidad, el viaje de la Sra. Clinton es la demostración de las reencontradas ambiciones americanas en RDC y marca, acentuando el fin proclamado de la guerra del Kivu, una especie de victoria de los EEUU sobre China en este conflicto.

Porque, si observamos correctamente, ¿cuál es la razón principal del desencadenamiento en agosto de 2008 del nuevo conflicto del Kivu, considerado hoy como terminado con la detención de Laurent Nkunda y con el establecimiento de una relación nueva y pacífica entre Ruanda y la R D Congo?

Los Estados Unidos están penetrados por una obsesión: la de ver que China se apodere de todos los recursos a escala mundial, siendo África – y en el tema que nos ocupa, dentro de África la RDC – el terreno principal donde se disputa esta rivalidad.

Así, muy lejos de las reivindicaciones fantasiosas de Laurent Nkunda para justificar la reapertura de las hostilidades en agosto de 2008, la guerra del Kivu – que se comenta demasiado pronto y con satisfacción que ya ha terminado (¿el Estado congoleño y su administración controlan de verdad le Kivu Norte? ¿Las FDLR han abandonado definitivamente la partida? ¿No han ocupado de nuevo zonas abandonadas momentáneamente y concretamente zonas mineras que explotan por su cuenta, violando, asesinando, aterrorizando a los pobres civiles del Kivu?) – debe su desencadenamiento a un nombre y a una fecha: el nombre es el de dos municipios de…Katanga, Tenke y Fungurume; la fecha, la de la firma de los contratos mineros y de asociación firmados a finales de 2007 entre la RDC y China, arrastrando con ellos la “revisitación” (revisión) de los ya existentes con firmas occidentales, concretamente el firmado en provecho de Tenke Fungurume Mining para la explotación de más importante yacimiento de cobre y de cobalto del mundo.

¿Quién es el gran beneficiario del proyecto y el accionista principal de la sociedad Tenke Fungurume Minig? El gigante americano Freeport MacMoRan Copper & Gold, cuyas inversiones se elevarían ya a cerca de 2.000 millones de USD (la mitad del presupuesto del Estado congoleño para 2010) sin contar con la extraña implicación en el proyecto del Banco europeo de inversiones por valor de 100 millones de euros bajo la forma de préstamo acordado al operador americano – ¿se trata realmente de una kskón de desarrollo provechosa para la RDC?

¿Los EEUU iban a dejarse desposeer del proyecto Tenke Fungurume y dejar llegar a los chinos sin reaccionar? Ocultos en la sombra, la respuesta de los Estados Unidos fue de dos órdenes: primero, dejar que Nkunda reactivara su guerra en el Kivu, apoyado por Ruanda, país pivote de los intereses americanos en los Grandes Lagos, que veía en ello la posibilidad de realizar por fin su sueño hegemónico haciendo entrar definitivamente el Kivu en su zona de influencia y, por qué no, instalar un nuevo poder en Kinshasa – se recordará que Nkunda llamaba a un derrocamiento de Kabila, democráticamente y legítimamente elegido; luego, por medio del FMI (los EEUU representan el 17% de los votos y China el 2%) rechazar cualquier anulación de la deuda mientras los acuerdos firmados por RDC y China no fueran revisados y corregidos.

Poco importan la guerra y su cortejo de sufrimientos, de muertos, de desplazados; poco importa también que la explotación de las riquezas naturales del Kivu o de Katanga quede perturbada ya que, las sociedades mineras, esencialmente occidentales, se apoyan en los conflictos para favorecer la especulación en los mercados financieros.

Sin embargo, a finales de 2008, el fuerte descenso del precio de las materias primas, el hecho de que Nkunda resultaba cada vez más fantasmal – puesto que escapaba al control de su amo ruandés – cuyos éxitos militares frente a las FARDC hacían temer un deslizamiento del conflicto, y la publicación el 12 de diciembre de un informe de expertos de la ONU muy desfavorable a Ruanda, que le hacía entrever el fin cercano de la ayuda financiera internacional indispensable a su desarrollo, y, por fin, la “buena voluntad” de la RDC estrangulada por la deuda, cuyo gobierno, tras la visita de Dominique Strauss-Kahn (director del FMI) aceptó revisar a la baja el montante de los créditos prometidos por China, harían cambiar el curso de los acontecimientos y acelerar el logro de los esfuerzos de paz en Kivu.

China ha reculado, provisionalmente; Tenke Fungurume sigue siendo la gran reserva minera de cobre y cobalto de los americanos; el FMI vuelve a mandar, la RDC vuelve al orden y no está cerca el momento en que tendrá el dominio sobre su desarrollo; así pues, todo marcha perfectamente en el mejor de los mundos…occidental.

¿Y cómo queda el Kivu en todo esto? Del mismo modo que no se ha encontrado una solución global para la desaparición de la deuda de la RDC, no se ha encontrado solución a los problemas del Kivu y de los Grandes Lagos. Hay sin duda una paz, pero un tanto chapuza y ¿por cuánto tiempo? ¿Quién puede predecir hoy las consecuencias para los Grandes Lagos de una demografía galopante en Ruanda? 10 millones en 2009 en un territorio de 26.000 km2; 20 millones en 2025, ¿dónde vivirán?

ALAIN BISCHOFF

Publicado en Le Potentiel, Kinshasa, el 2 de octubre de 2009-10-02

Traducido por Ramón Arozarena.

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