El presidente de la Cámara de Representantes, Bhofal Chambers, informó a un empleado de la sede de Naciones Unidas en Nueva York que visitaba Liberia bajo asignación del Departamento de Operaciones de Paz de la ONU, que la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL) estaba demasiado centrada en el gobierno, más que en la agenda de una colaboración entre personas.
Herbert J. Loret, director del programa del Proyecto de Informe de Legado del Departamento de Operaciones de Paz de la ONU, junto con Josh Jorgensen, Consultor también del Departamento de Operaciones de Paz de la ONU, están en el país para revisar las obras, el enfoque y las actividades de la desaparecida UNMIL.
El objetivo es clarificar las lecciones aprendidas de la historia liberiana, en qué podría mejorar la ONU o qué debería eliminar, tanto para los presentes lugares conflictivos alrededor del mundo como para los futuros.
El pasado 27 de junio, en su oficina en el Capitolio, Chambers argumentó que el enfoque de UNMIL con el gobierno liberiano cambió algunas de las estructuras del marco de las instituciones. Aseguró que UNMIL incluso trató de deshacer prácticas convencionales en el comando del sector de seguridad cuando la Misión trabajaba con la previa administración, y propuso permanencia de servicio para las personas que encabezan las instituciones de seguridad.
Chambers declaró que la ONU debería considerar trabajar con países como Liberia, donde tuvieron éxito en materia de mantenimiento y construcción de la paz y donde se llevó a cabo una transición de su compromiso, para así ayudar a desarrollar habilidades y capacidades técnicas. En este aspecto, países como Liberia pueden beneficiarse al trabajar con la ONU para atraer inversores y ofrecer buenos módulos económicos para un crecimiento sostenible.
El presidente de la Cámara de Representantes informó a Loret de que la agencia había actuado “muy bien en tiempos difíciles y en un ambiente desafiante a través del mantenimiento de la paz, con el despliegue de tropas armadas para disuadir a los que perturbaran el orden y, así, trabajar con los actores estatales en la construcción de la paz”.
Añadió que el comienzo de UNMIL en el país se hizo con el buen pie, impactando en Liberia de muchas maneras positivas, que abarcan desde la gestión de la paz, hasta la seguridad y la economía. Concluyó que la misión llevó a cabo un proceso de desarme bajo el programa de Desarme, Desmovilización, Repatriación y Restablecimiento (DDRR) frente a desafíos. No obstante, el enfoque de la misión de contratar y hacer negocios con algunas de las organizaciones no gubernamentales (ONGs) en la ejecución de trabajos paramilitares fuera de la estructura de seguridad del gobierno, provocó que un cierto número de excombatientes se alejasen del programa de DDRR, que no alcanzó la plenitud prevista en el programa.
Fuente: Liberian Observer
[Traducción y edición, Ángela Martínez Pradas]
[Fundación Sur]
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