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Inicio > REVISTA > Cultura > Cuentos y relatos africanos > ![]() ![]() Reche, Paquita Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid. Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso. En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso. Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge. Sabiduría Africana : Burkina Faso. El secreto del corazón del hombre, traducido por Paquita Reche. mnsda
30/06/2011 - El cuento del secreto del corazón del hombre, es presentado por Damiba (1) como una lección formando parte de la enseñanza iniciática de los Mina y sigue la estructura clásica común a muchos cuentos de diversas culturas en los que se trata de ver quién es el mejor candidato para suceder al rey, pero la enseñanza de este cuento va más allá: quiere responder a una pregunta existencial importante: ¿Qué riqueza puede colmar el corazón del hombre simbolizado por una choza? De este cuento, iniciados y no iniciados pueden sacar muchas lecciones. La de prudencia que nos da el rey para garantizar la paz y prevenir las luchas internas por el poder después de su muerte. También y sobre todo nos enseña que nada material puede colmar totalmente el corazón humano. Sólo la luz puede hacerlo sin dejar el mínimo resquicio. "Se cuenta que un día, un rey que no tenía hijos, convocó antes de morir a sus tíos, primos y sobrinos y les dijo:
La primera persona marchó a cortar paja y la amontonó en la choza hasta el techo, pero el rey le hizo ver que la choza no estaba completamente llena pues él pudo introducir una brizna. La segunda persona la llenó de arena y también se vio rechazar el poder, pues todavía había espacio para unos granos. La tercera la llenó de polvo de carbón y él mismo se proclamó vencedor, pero el rey le manifiesto su insatisfacción probando que se podía introducir aún una pizca de carbón en polvo. Así se fueron sucediendo, grandes, medianos y pequeños. Al fin se presentó un hombre con aspecto tranquilo. No traía nada para llenar la choza. Se limitó a cerrar todas a aberturas hasta dejarla completamente a obscuras. Después encendió un fuego y dijo:
Fue él a quién el rey confió su trono y sus riquezas.” (1) Traducido y presentado por Paquita Reche, mnsda. (1) François Xavier Damiba, “Dieu n´est pas serieux”, ed.L´Harmatan, 1999, p. 145.
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