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Inicio > REVISTA > Cultura > Cuentos y relatos africanos > ![]() ![]() Reche, Paquita Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid. Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso. En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso. Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge. Sabiduría africana . La tortuga vence a la liebre : Cuento Bemba, adaptado y presentado por Paquita Reche, mnsa
12/01/2011 - Recibí este cuento hace muchos años de una compañera que había pasado muchos años en África del Este. El fondo del cuento pertenece a la tradición bemba. Este pueblo originario de la región de Kola en RDC, se extiende por Tanzania, Zambia, Zimbabwe y Malawi. “Todos sabéis que la tortuga es el animal más lento que existe y la liebre uno de los más rápidos”. ¿Pensáis que la tortuga puede ganar una carrera a la liebre? Y así un día y otro día. Y otro y otro…La tortuga estaba hasta el mismísimo caparazón de tantas bromas y tantas burlas, pero como era muy astuta decidió dar una lección a inteligente y vanidosa liebre, que tan cruel era con ella. La liebre, torciéndose de risa aceptó la apuesta y apostó un ternero. La tortuga buscó a su marido y le explicó la situación.
La liebre continuó corriendo aún más deprisa. No podía comprender cómo la tortuga estaba tan cerca de ella. Cuando se acercaba al charco oyó de nuevo:
Sin comprender lo que pasaba y al límite de sus fuerzas corrió aún más deprisa hasta el punto de partida, en dónde una voz burlona la interpelaba:
Avergonzada y muy cansada la liebre tuvo que reconocer que la tortuga había ganado la carrera y le entregó el ternero. ¿Que había pasado? La tortuga que no puede correr había elaborado un plan con la ayuda de los suyos para vencer a la liebre. No se había movido del punto de partida. La liebre, con las prisas por correr, y segura del triunfo, no se había dado cuenta que quienes le habían hablado en la palmera, en el charco, en el peñón, no había sido la tortuga, habían sido su marido y sus hijos. Ellos la esperaban allí, mientras la tortuga madre estaba tranquilamente en el punto de partida. La familia de la tortuga que se había unido para ganar a liebre se unió para festejar el triunfo comiéndose el ternero.
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