Estudiantes de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Masuku (USTM), en Gabón, se manifestaron pacíficamente bajo las estrellas para reclamar soluciones ante la situación de desamparo en la que se encuentran. Acampados a las puertas de la que ha sido su residencia hasta el pasado curso, los estudiantes exigen responsabilidades al Gobierno tras quedarse sin donde dormir debido a un retraso en las obras de renovación de los dormitorios del campus. Las tareas de rehabilitación fueron anunciadas en mayo por el Centro Nacional de Obras Universitarias (CNOU) a través de una nota a la comunidad estudiantil. En el comunicado se preveía el cierre temporal del campus en julio con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los residentes y cuya duración sería de dos meses.

En el comienzo del curso académico la prensa local se hizo eco del estado de la obra que, pese a licitarse a un total de cinco empresas de construcción, apenas habían comenzado. Según ha podido saber L’Union, alguna de estas empresas ya habría recibido hasta un 50 % de la financiación para llevar a cabo el proyecto. En las instalaciones, la reforma apenas ha avanzado. Sólo un edificio de los que componen el complejo de habitaciones habría sido renovado, aunque por el momento carece de paredes y tan sólo se encuentran el suelo y los cimientos.

Esta situación de parálisis ha tenido repercusiones en el comienzo de la actividad lectiva, prevista inicialmente para el 19 de septiembre y que se ha pospuesto hasta el 24 de octubre de 2022. Estudiantes y becarios han sido los peores parados por este retraso, teniendo que volver de nuevo a sus hogares familiares y con la incertidumbre de encontrarse, por el momento, en la calle.

Y. M.

Fuente: Guttmacher Institut

Foto cortesía de L’Union Gabon.

[Traducción y edición, Jorge Moral Vidal]

[CIDAF-UCM]

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