A raíz de las críticas y quejas provocadas por la subida de los precios del gas, tanto de consumidores particulares como de vendedores y proveedores, la Agencia Reguladora Ruandesa de Servicios Públicos (RURA, por sus siglas en inglés) reveló que están en proceso de consulta con distintos actores para la revisión de los precios del gas, que siguen batiendo récords en todos los mercados internacionales.

Desde diciembre del año 2021, el precio de un kilo de gas adquirido en la ciudad financiera de Nyarugenge ha pasado de costar 1.200 francos ruandeses (1,08 euros) a costar 1.400 (1,25 euros). Esta subida de un 15,7 % está provocando la quiebra de algunos negocios, mientras que los que todavía resisten han visto reducidos sus stocks y, por tanto, sus ventas. Israel Kwizera, vendedor habitual de gas en el distrito anteriormente mencionado, augura un desplome de la demanda si los precios continúan subiendo. Por otro lado, otro vendedor aseguró a The New Times que la situación, además, es confusa ya que los proveedores defienden sus elevados precios alegando altos costes logísticos para hacer llegar el gas a Ruanda, pero otros lo achacan a la coyuntura bélica en el este de Europa.

El director general de energía declaró ante los medios que actualmente se encuentran negociando con las partes interesadas para abordar la propuesta de una bajada de precios favorable a consumidores y vendedores y aseguró que en los próximos días informarían de una regulación a nivel estatal, independientemente al comportamiento de los mercados internacionales.

Fuente: The New Times – Bertrand Byishimo

[Traducción y edición, Mario Civantos González]

[CIDAF-UCM]

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