![]() |
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
Búsqueda personalizada
![]() ![]()
![]()
|
Inicio > REVISTA > Opinión > ![]() Subirse al carro no es una estrategia contra la covid-19
14/07/2020 -
Las múltiples referencias a otros países, con contextos y alcances variados de la propagación de la covid 19 puede dar la impresión de que la decisión de Nigeria no respondía tanto a la ciencia, como parte de una estrategia especialmente diseñada, sino una forma de subirse al carro. Por otro lado, la relajación de las medidas tampoco parece estar vinculada a grandes victorias en los esfuerzos de Nigeria por contener el virus. Desde entonces, la propagación del virus ha seguido acelerándose. El 2 de mayo, Nigeria tenía 2.388 casos confirmados. Según el último recuento, el país ha registrado 25.694 casos, con casi 800 nuevos casos registrados en un día, el 27 de junio. El gobierno no ha revocado su decisión de reabrir el país. Tiempo perdido La sensación de que la respuesta COVID-19 de Nigeria ha sido motivada por un efecto de subirse al carro también se puede ver en lo que el gobierno no ha hecho. Si bien el objetivo en la mayoría de los países occidentales ha sido "aplanar la curva" para evitar servicios de salud abrumadores, el bloqueo de Nigeria podría haber sido parte de una estrategia para ganar tiempo de otras maneras. El confinamiento debe formar parte de una estrategia pensada para un contexto específico que debe ir acompañada de otras medidas. Si este hubiera sido el caso, Nigeria hubiera movilizado recursos para aumentar las pruebas, desarrollar sistemas sofisticados de localización de contactos y construir nuevas instalaciones de aislamiento. Habría acelerado la capacitación de trabajadores de la salud y hospitales equipados. Habría elaborado las medidas necesarias para reabrir el país de una manera más segura y sostenible y habría asegurado un amplio apoyo para que los ciudadanos acaten las restricciones sin pasar hambre. El gobierno ha dicho que utilizó el período de cierre para tomar tales medidas, incluida la preparación de centros de aislamiento, la capacitación de trabajadores y el equipamiento de hospitales. Sin embargo, el éxito de estos esfuerzos sigue siendo cuestionable. El 15 de junio, los médicos residentes nigerianos declararon una huelga nacional en parte debido a lo que dijeron que era un equipo de protección personal (EPP) inadecuado para los trabajadores de atención médica de primera línea. El gobierno también se quedó corto en términos de pruebas. Según el Centro de Control de Enfermedades de Nigeria, Nigeria ha realizado hasta el momento 134,257 pruebas para una población de aproximadamente 200 millones. Eso es solo 640 pruebas por 1 millón de habitantes, muy por detrás de Sudáfrica (26.426), Ghana (9.286), Senegal (4.687) o Kenia (3.114) según Our World in Data. Se podría argumentar que una de las razones por las que Nigeria ha realizado menos pruebas es porque tiene menos casos para comenzar, pero Nigeria también ha realizado la menor cantidad de pruebas para cada caso positivo entre estos cinco países. Eso sugiere que Nigeria tiene criterios de prueba más estrictos y/o menos capacidad de prueba en comparación con muchos de sus homólogos africanos. Solo el comienzo A 30 de junio, Nigeria ha registrado 25.694 casos confirmados y 590 muertes. La pandemia todavía está comenzando, pero los pasos que debe seguir el gobierno son los mismos que antes. En lugar de mirar a otros países con contextos completamente diferentes y simplemente subirse al carro, Nigeria debe aprender estratégicamente de los éxitos y fracasos de sus vecinos. Debe identificar las fallas en sus sistemas, elaborar una estrategia multifacética a largo plazo adecuada para el contexto nigeriano e implementarla. Sin la infraestructura tecnológica de algunos países del este de Asia, el bloqueo de Nigeria nunca habría podido contener completamente COVID-19. Con solo unas pocas docenas de casos en ese momento, a diferencia de algunos países occidentales, el bloqueo de Nigeria no estaba orientado a "aplanar la curva", pero sí le permitió a Nigeria comprar tiempo aunque a un coste económico y social muy alto. Desafortunadamente, ese tiempo no ha sido usado en beneficio de Nigeria y ahora el gobierno debe buscar recuperarlo. Babasola Sodipo Fuente: African Arguments [Traducción y Edición, Ana María Martín Calderón][Fundación Sur]
Comentarios
Las opiniones expresadas en estos comentarios no representan necesariamente el punto de vista del CIDAF-UCM. El CIDAF-UCM no se responsabiliza de las opiniones vertidas por los usuarios
|
Salvo que se indique lo contrario, el contenido de este sitio tiene una licencia Creative Commons Attribution 4.0 Internacional
Aviso política informativa | Política de cookies