El presidente de Tanzania, John Magufuli, ha pedido a los acreedores internacionales la cancelación de las deudas de las naciones africanas para que puedan utilizar este dinero en su lucha contra la pandemia del COVID-19. Magufuli, en el transcurso de una reunión televisada de los principales órganos de seguridad celebrada el pasado miércoles, aseguró que "la capacidad económica de los países africanos no es la misma que la de los países desarrollados". El presidente indicó al Banco Mundial, que ha estado ofreciendo nuevos préstamos a las naciones del continente para ayudarles a hacer frente a la crisis de salud, que "en lugar de ofrecer más préstamos, deben perdonar la deuda". Tanzania ha confirmado hasta la fecha 284 casos de COVID-19, al tiempo que las autoridades han instado a la población a cuidar la higiene personal para frenar su propagación. A pesar de la situación de emergencia, Magufuli se ha negado a bloquear la ciudad principal del país, Dar es Salaam.

El pasado miércoles, la Organización de Cooperación Islámica (OCI) instó a los países miembros a ayudar a los Estados musulmanes en dificultades a combatir la pandemia, en especial en África: "Ningún país puede hacer frente por sí solo a los daños y desafíos del COVID-19 [...] Hacemos un llamamiento a todos los países miembros y organizaciones para que muestren su solidaridad con los Estados miembros africanos". Ese mismo día, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que la tendencia al alza en África y América era preocupante: "En la mayoría de países de Europa occidental las cifras se han estancado o tienden al descenso [...] Aunque los números son bajos, observamos una preocupante tendencia al alza en África, América Central y del Sur y Europa del Este."

Fuente: Aljazeera

[Traducción y edición, Patricia Fernández Blanco]

[Fundación Sur]

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