El Movimiento de Liberación de Sudán (SLM-AW) aceptó el llamamiento de la ONU para un alto el fuego en Darfur, pero reiteró su rechazo a unirse al proceso de paz en Juba. El 22 de marzo, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamamiento para un alto al fuego en las zonas afectadas por la pandemia, para permitir los esfuerzos de combatir la propagación del COVID-19 y brindar asistencia humanitaria a los civiles.

Tres días después, el jefe de la Misión de las Naciones Unidas y la Unión Africana en Darfur (UNAMID), Jeremiah Mamabolo, pidió al SLM-AW que se uniera al proceso de paz en curso en Juba y que dejara de luchar en Darfur. En la misma línea, Gwi-Yeop Son, el coordinador humanitario en Sudán, pidió que cesara el fuego en Sudán el 29 de marzo.

En una larga declaración de seis páginas emitida el 30 de marzo, el líder de SLM-AW, Abdel Wahid al-Nur, respondió positivamente a la llamada de Guterres, señalando que fue el primero en pedir una acción internacional para evitar la propagación de Covid-19 en los campos de Darfur. Además, criticó al Gobierno de Sudan, argumentando que no tiene autoridad sobre el terreno y que el poder permanece en manos de los líderes de las Fuerzas Armadas de Sudán.

Wahid al-Nur reiteró su rechazo al proceso de paz en la capital de Sudán del Sur, que describió como un ejercicio solo para aparentar la legitimación de un gobierno de transición que carece de soberanía genuina. Wahid al-Nur declaró lo siguiente: "Como hemos dicho claramente, el SLM solo participará en negociaciones cuando todos los interesados tengan una voz sin restricciones, tanto a nivel regional, como nacional. Por parte del Movimiento de Liberación de Sudán solo se responderá en defensa propia a los ataques hostiles de las Fuerzas de Apoyo Rápido u otros agresores armados".

Fuente: Sudan Tribune

[Traducción y edición, M. Rico Díaz]

[Fundación Sur]

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