Se trata la enfermedad, no la muerte, por Julio Martín Sacristán

18/02/2013 | Bitácora africana

Me han llegado muchos comentarios sobre el pobre Don Francisco. He oído de todo, lo más fino son los calificativos que le tachan de dictador y racista. Claro que es debido al hecho de que realicé una fotografía estática: desde un punto de vista dinámico, Don Francisco no merece tan mal trato, porque es también víctima de varios factores culturales.

El primero es la tradición laboral española, que parece que establece una rivalidad entre jefes y empleados, como si fueran dos tribus enemigas y el bien de una significara el mal de la otra. El pensamiento occidental tiene una clara tendencia a clarificar tanto las cosas que suele cometer el error de establecer una dicotomía donde solo existe una polaridad: o blanco o negro; o sí o no; o verdadero o falso… Así se puede decir algo falso aun diciendo la verdad, de ahí la posibilidad de estar equivocados. Pero hay que entender que la dicotomía suele ser el resultado de clarificar tanto una polaridad que ambos polos se desvinculan haciéndose independientes, como cuando un elástico al estirarse demasiado se rompe en dos. Mucho ganarán las empresas cuando comprendamos que el bien de cada grupo de interés es el bien de la misma empresa. Y por ahí van los tiros de la Responsabilidad Social Empresarial.

El segundo factor es consecuencia de lo que denomino el choque cultural profesional, que por una parte es más fácil de subsanar al ser un solo individuo y no una cultura el afectado, pero, por otra, es más difícil de abordar ya que el que lo sufre debe reconocerlo primero. Por fortuna, cuando se reconoce y se está dispuesta a actuar sobre ello, hay muchas herramientas que se pueden utilizar. El problema es que el que lo sufre no suele querer o poder reconocerlo a tiempo. El problema de sufrir el choque cultural profesional en el África subsahariana es que los síntomas se suelen interpretar como actitudes racistas: un simple comentario con claras connotaciones de choque cultural, como “no se puede confiar en estas gentes, te dicen que sí, y luego te llevas el chasco”, especialmente dichas con enojo, ira, o frustración (otros síntomas de lo mismo), se etiqueta fácilmente de racista en ciertos círculos… Y ya sabemos lo que pasa cuando se cuelga una etiqueta a alguien…

Como dicen los yoruba: “Àìsàn là ?wò, a kì í wo ikú” (Se trata la enfermedad, pero no se trata la muerte)

Original en : África Factor Humano

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