Es una pena, lo digo con verdadera congoja intelectual, el hecho de que España quede física y culturalmente tan lejos de Uganda. Ya se sabe… las noticias de aquí aparecerán allá cuando haya un brote de ébola, cuando la región tenga un dictador sanguinario o cuando una empresa española comience a hacer prospecciones por aquí. Mientras eso no pase, calma chicha en los teletipos y el el mundo mediático…
En este estado de cosas, una de las estupendas y reconfortantes experiencias que los españoles de a pie y los hispanoparlantes en general se pierden, son las perlas de sabiduría de algunos estadistas locales. La entrada de hoy está totalmente dedicada al presidente ugandés Yoweri Museveni, porque cuando se despoja de los papeles en actos públicos, es cuando demuestra su piquito de oro más exquisito ya que lo aliña con “sabiduría africana” de su propia cosecha.
En estos días, el presidente ha oficiado la inauguración del Imbalu, la tradicional ceremonia de circuncisión masiva de chicos de la tribu Bugisu que tiene lugar cada cuatro años y que poco a poco se hace más famosa debido a las actividades culturales y sociales que tienen lugar alrededor de la misma.
Durante los inevitables discursos durante el acto, el presidente no dejó pasar la oportunidad para dar consejos “de hombre a hombre” a los chicos allí congregados que comenzaban el periodo de adultez y lo hizo de esta guisa: “para evitar la pandemia del SIDA, lo mejor era la abstinencia y para eso lo que hay que hacer es ponerse candados en las braguetas.” Frase genial donde las haya y con un contenido tan gráfico que hasta el más palurdo del pueblo puede comprender. Ni me quiero imaginar el revuelo que se hubiera causado si hubiera sido un presidente polaco, alemán o italiano el que dice algo así… Los chistes en las redes sociales serían innumerables. Aquí, nadie parece haberse inmutado, será porque el estadista ya acumula unas cuantas perlas retóricas y tiene acostumbrado al personal con sus salidas de tono.
El siguiente botón de muestra tampoco tiene ni siquiera una semana de antigüedad, de nuevo en un acto público, el presidente declara que los estudiantes “de disciplinas humanísticas” (“of Arts” en la expresión original) no sirven para nada porque esas actividades no contribuyen al avance de un país. O sea, dicho en plata, que el presidente quiere médicos, ingenieros, biólogos, matemáticos por un tubo… pero artistas de todas las ramas, filólogos, filósofos, literatos y otras hierbas no son más que parásitos intelectuales que no aportan nada a la sociedad. Museveni incluso intentó ridiculizarlos con una discusión ficticia
Si se le pregunta a uno de estos estudiantes “¿qué haces?”, este te dirá “pienso y reflexiono” y así se pasan todo el rato, pensando y reflexionando profundamente pero sin hacer nada.
Lo peor es que si esto fuera un chascarrillo contado por Doña Rogelia (por poner un ejemplo de un personaje rudo y poco ilustrado), pues tendría un pase y hasta tendría gracia.. pero claro, en los labios de un estadista y, lo que es peor, sin intención jocosa alguna porque la afirmación va totalmente en serio, es casi un pecado mortal. O sin casi.
Bueno, pues si el jefe de estado dice chorraditas así y desbarra de tal manera cuando se le calienta la boca… ¿por qué se va a impedir que cada político nacional, local o mediopensionista haga de su capa un sayo e, imitando al prócer, se vea en la obligación moral de decir algo que “sobrepase” la sabiduría del querido líder? Pues nada, queridos amigos, se abrió la veda del bobo ecuatorial… pasen y vean.
Para que vean que no exagero cuando digo que España pierde mogollón cuando no se entera de lo que pasa en Uganda.
P.D. Se me olvida lo mejor: ¿Podrían adivinar qué estudios universitarios hizo Museveni en sus años más jóvenes? Ciencias Políticas… Ironías de la vida.
Original en : En Clave de África
